Con el invierno vienen las bajas temperaturas, los fuertes vientos, y también la calefacción, además del smog y las partículas contaminantes que están en el aire, todos factores que pueden afectar la salud de los ojos, generando molestias, sequedad y hasta conjuntivitis.
Los síntomas más comunes son la sequedad ocular, acompañado de ardor, molestias a la luz, sensación de tener arena o una basurita en el ojo, y picazón. Esto provoca visión borrosa, inflamación en la córnea llamada queratitis, o conjuntivitis alérgica provocada por la contaminación ambiental, ya que el ojo está más frágil frente a la exposición constante con agentes contaminantes.
Las causas de síntomas, además de las propias del clima frio, son la mala ventilación de las casas, en especial si se está con la calefacción encendida. A esto se le suma el uso excesivo de la computadora, lo que produce una baja frecuencia del parpadeo, por lo que el ojo se lubrica menos y se seca.
¿Qué hacer? En ambientes de interior, se recomienda ventilar tanto el hogar como el lugar de trabajo para evitar ambientes resecos y contaminados. Hacer pausas por un par de minutos cuando se usa mucho tiempo la computadora. Usar lágrimas artificiales para lubricar los ojos.
Cuando se está en el exterior, además del lubricante ocular, hay que usar lentes de sol (o transparentes) siempre con filtro UV. Hay modelos que además de proteger los ojos de los rayos del sol, tienen forma aerodinámica para protegerlos del fuerte viento también.
Un buen consejo es mantener las manos limpias, en especial antes de tocarnos los ojos y si se está resfriado o enfermo.