Durante el día los anteojos deben sobrevivir a los golpes, caídas, arañazos y roces propios de las actividades diarias, lo que perjudica su superficie. Si se practica deportes, se trabaja con herramientas, o el usuario es un niño, el daño puede ser mayor, por lo que se necesita un lente que pueda soportar todo, que sea fuerte y resistente.
Para lograr esto, se creó la técnica del tratamiento de endurecido, donde se expone a los lentes a un baño de inmersión, centrifugado o vaporizado, dándole mayor dureza y resistencia a los impactos. Además, si se rompen, no formarán astillas que lastimen al ojo.
Este tratamiento de endurecido es sumamente importante, ya que todos los que usamos anteojos sabemos lo insoportable que es tener un lente surcado por arañazos, esto hace que la visión sea borrosa, produciendo tensión y fatiga en los ojos. Además, la vida útil de estos lentes se ve disminuida. Si los lentes son orgánicos, el tratamiento de endurecido es doblemente importante, ya que por más que estos lentes son livianos y confortables, son más sensibles que los lentes graduados minerales, por lo tanto son más propensos a llenarse de rayones.
Por eso recomendamos que a la hora de comprar lentes nuevos, pienses sobre la vida útil y la calidad que quieres que tengan, el tratamiento de endurecido hará que duren mucho más, y podrás disfrutar de una visión sin interferencias molestas.
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