Comprar anteojos, ya sea de sol o graduados, no es una actividad para tomar a la ligera, además del diseño, marca y color, existen otros factores muy importantes a los que hay que prestarles atención.
Al comprar anteojos de sol, hay que asegurarse de que cuenten con un filtro solar de calidad, porque aunque tengan cristal oscuro y reduzcan la claridad, no quiere decir que protejan contra los rayos nocivos del sol.
Es aconsejable elegir un cristal de buena calidad óptica que frene el paso de los rayos UV. Tanto en gafas de receta como de sol. En anteojos de receta existen dos tipos de cristales básicos: los minerales (se rayan poco, pero son sensibles a los golpes) y los orgánicos (ligeros, pero resistentes a los golpes). Ambos pueden recibir tratamientos como el antirreflejo, el fotocromático (que se oscurece con la luz), y más. En el caso de anteojos para sol, hoy en dia la gran mayoría vienen con cristales de policarbonato, que son super resistentes, es ideal verificar si es el caso antes de comprar un par.
Cuando se trata de comprar anteojos para niños, lo ideal es elegir lentes orgánicas o lentes de policarbonato, son más ligeros y son prácticamente irrompibles, también se recomienda para adultos pero es vital cuando se trata de niños. La desventaja principal es que son más sensibles al rayado, pero son más resistentes a los golpes y caídas de los chicos.
Una vez que se eligió el cristal, se puede prestar atención al diseño y definir el estilo propio. Se recomienda elegir un armazón con relación a la forma de la cara, por ejemplo: si tenés una cara redonda se puede suavizarla con un marco de forma geométrica, angulosa o estirada. Por el contrario, si la cara es cuadrada, se puede corregir con gafas ovaladas, lo mismo para caras rectangulares. Para más información, leé este artículo sobre estilos de armazones para cada rostro.
Al elegir anteojos no hay que preocuparse solo por la moda, sino del cuidado de los ojos. Por eso, la recomendación de un óptico es fundamental para asegurar su calidad.