La importancia de usar anteojos de calidad

Con la llegada del buen tiempo y de las vacaciones se multiplican las actividades al aire libre. Los argentinos pasamos muchas horas en espacios exteriores, pero pocos conocemos el impacto nocivo de la radiación ultravioleta en los ojos y los riesgos a los que nos exponemos al utilizar anteojos de sol no homologados (certificación en base a una serie de pruebas que utilizan las empresas para que sus productos se adapten a la reglamentación técnica necesaria, para ser fabricados y vendidos con la máxima calidad y seguridad).

Anteojos de sol de AY Not Dead
Anteojos de sol de AY Not Dead

La elevada exposición a la radiación ultravioleta (UV), especialmente en los lugares costeros y montañosos, incrementa el riesgo de alteraciones oculares severas como inflamaciones agudas de la conjuntiva (conjuntivitis) y la córnea (queratitis), aparición de procesos degenerativos en la superficie ocular, cataratas, retinopatías e, incluso, lesiones cutáneas que pueden provocar serios problemas de salud ocular a largo plazo.

Las afecciones como queratoconjuntivitis, queratitis o cataratas prematuras pueden estar provocadas por la utilización de anteojos de sol comprados en la calle, ferias, playas y otros canales de venta no autorizados. Son oscuros, pero no tienen filtros de rayos ultravioletas (UV)

El Consejo Argentino de Oftalmología, la Cámara Argentina de Ópticas y el Colegio de Ópticos de la provincia de Buenos Aires recomiendan, al momento de elegir un anteojo, prestar atención a la calidad del material. 

Para asegurarnos de que los anteojos de sol reúnan los estándares de calidad requeridos debemos recurrir a las ópticas. Estos establecimientos nos garantizan que las lentes cumplan con la legislación y nos protejan de las radiaciones nocivas. 

En general, las lentes que se venden en las ópticas son de cristal mineral, orgánico y policarbonato. Las que se venden en la calle y en lugares no autorizados resultan económicas, pero suelen ser de plástico, con cristales deformados o con imperfecciones que pueden causar nauseas, mareos y dolores de cabeza, comprometiendo seriamente a corto plazo la salud visual. 

Hay que elegir lentes tallados (con medios electrónicos) y no curvados (moldeados con calor) porque tienen imperfecciones o burbujas que distorsionan la visión. Algunos que se exponen mucho al sol, se deforman y eso produce un aumento en el cristal que, por más pequeño que sea, se traduce en jaqueca e irritación de la vista. 

En las ópticas, se ofrecen anteojos de sol que previenen los efectos nocivos de los rayos de sol.

Las lentes homologadas dan la seguridad de que la superficie está libre de deformaciones que conllevan una degradación de la imagen (aberraciones), protegiendo la vista. 

Protección frente a la radiación ultravioleta que reduce el riesgo de sufrir cataratas y otras lesiones severas. 

Protección frente a la luz azul. A largo plazo, la exposición a la luz visible se ha identificado como un factor de riesgo de padecer degeneración macular. 

Mayor comodidad visual. Con el uso de anteojos de sol se minimiza la intensidad de la luz ambiental y los deslumbramientos. Así vemos de forma más clara y evitamos fruncir el ceño y cerrar los ojos. 

Mayor rapidez de adaptación a la oscuridad. Al pasar cierto tiempo bajo la luz directa del sol, se puede dificultar la habilidad de los ojos para adaptarse rápidamente a niveles bajos de iluminación (en interiores o por la noche). El uso de anteojos de sol nos ayuda a adaptarnos a los cambios de luz con mayor rapidez. 

Mayor seguridad en la conducción, ya que el uso de anteojos de sol evita los deslumbramientos causados por los reflejos de la ruta o la luz brillante del sol. 

Mayor protección frente a los impactos durante la práctica deportiva. Los anteojos diseñados para hacer deporte ofrecen una mayor seguridad, ya que tanto las lentes como las monturas están hechas de materiales resistentes a los impactos. 

Efecto pantalla que evita el contacto de los ojos con el polen y el polvo ambiental. 

Reducción de la sequedad ocular. Las gafas de sol protegen del aire y viento que pueden provocar sequedad ocular. 

Anteojos de repuesto. Si utilizas anteojos habitualmente, los anteojos de sol graduados pueden servir de repuesto. 

Accesorio de moda. Los anteojos de sol también son un complemento que se puede combinar con el vestuario o actividad.

Vení a conocer y a probarte todos los anteojos de sol que tenemos en la sede central de Nueva Visión Ópticas, en San Isidro.

Fuente: Buena Praxis

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