Este 13 de diciembre, los ópticos optometristas celebran el día de su patrona, Santa Otilia. Según dicen los textos, Otilia nació ciega (siglo VII DC) y por este motivo fue repudiada por su padre. Ingresó en un monasterio y, al ser bautizada a los 12 años y tocar los santos óleos, sus ojos recuperaron la vista. Por ello la llamaron Otilia, que significa «hija de la luz».
No pueden hacer milagros, pero los ópticos optometristas, desde cualquier tipo de puesto de trabajo, ya sea en establecimientos sanitarios de óptica, clínicas oftalmológicas o sanidad pública, «queremos cuidar al máximo la salud de vuestros ojos, vuestra visión, compensar los defectos refractivos (miopía, hipermetropía, astigmatismo, presbicia), compensar las deficiencias de binocularidad (ambliopía u ojo vago, convergencia, divergencia, acomodación), mejorar la higiene ocular y visual, y prevenir otras posibles afecciones mediante la detección temprana de los problemas que los ojos puedan tener», señalan desde el Colegio de Ópticos Optometristas de Aragón.
También desde la entidad colegial celebran que «por fin este año se han consolidado varias plazas dentro de la sanidad pública aragonesa, lo cual esperábamos desde el año 2017 cuando se reconoció la condición de personal estatutario para nuestra profesión». Desde el colegio esperan, además, que la ampliación de estas plazas «no tarde tanto tiempo como su primera aparición, sabiendo que hay más profesionales ópticos optometristas trabajando en el Salud desde ya hace tiempo, pero sin plaza fija». Al igual que en el resto de las comunidades, «se ha visto que su inclusión en el sector público mejora y hace más rápida la calidad asistencial».
Charlas y recomendaciones
De nuevo este año, el Colegio de Ópticos Optometristas de Aragón ha realizado charlas en muchos colegios para intentar que padres y educadores sepan advertir las señales de que sus hijos o alumnos no tienen una buena visión y poder enviarlos al óptico optometrista para su evaluación. También han impartido charlas en las Facultades de Educación para formar a los futuros maestros en esta detección y que los niños no tengan problemas de aprendizaje por algún problema visual. «Sabemos a ciencia cierta que muchos de los niños, no todos, con problemas de aprendizaje sufren algún trastorno visual. Algunos de estos problemas se solucionan con gafas o lentillas, pero otros necesitan una rehabilitación o terapia visual para su mejora», apuntan.
Para esta prevención, el organismo recomienda realizar revisiones anuales a niños y adolescentes, porque muchas veces no saben comunicar sus problemas. «Tanto jóvenes como adultos, ante cualquier síntoma o problema ocular o visual, deben consultar a su óptico optometrista para que realice un estudio y dé la solución más adecuada, ya sea en forma de gafas, lentes de contacto, terapia o rehabilitación visual, otros tipos de ayudas ópticas o derivación a otros profesionales de la salud».
Dentro de estos problemas oculares está la llamada «pandemia de la miopía». Algo que hay que controlar, no porque haya que usar gafas o lentillas para poder ver, sino por el riesgo que tienen los ojos de padecer más patologías oculares cuanto más alta es la miopía. «Desde hace un tiempo ya tenemos armas para frenar este aumento de miopía con gafas o lentillas de desenfoque periférico y ortoqueratología, que ya tienen un aval científico que demuestra que son efectivas».
Por último, desde el colegio desean hacen mención a la grave catástrofe sufrida por la DANA en la Comunidad Valenciana y otras regiones limítrofes, «sobre todo por las pérdidas personales, y también ha afectado a compañeros y sus establecimientos. Nuestro apoyo para todos ellos», indican desde el colegio.
Fuente: El Periódico de Aragón